lunes, 28 de diciembre de 2009

Comienzo y final de un año


Este es un nuevo día, para empezar de nuevo,
para cantar, para reír, para volver, a ser feliz.... ¡Sí Señor!.
(Facundo Cabral)

Diciembre es tiempo de buenos deseos y bienaventuranzas, mezcladas con música, buenas bebidas y abundante comida disfrutada en entre familiares y amigos.

Es así como comienza un año y otro termina donde el balance de hechos positivos y negativos no es diferente a otros años. Unos se conformarán con establecer nuevas metas que, pasados los primeros meses abandonarán para seguirle los pasos a la rutina y pasará otro año con idéntico balance y nuevas frustraciones. Otros seguirán firmes en sus propósitos, obviando carencias y vicisitudes en la construcción de un mejor porvenir.

Importante es saber en cual de los grupos nos inscribimos. Que tendencias de las dos expuestas anteriormente seguiremos. Permaneceremos lamentándonos de lo imposible y lanzando piedras a la luna o hincados en el muro de las lamentaciones azotando nuestras espaldas.

O, por el contrario empuñaremos con fuerza nuestras espadas y a golpes de sangre y fuego construimos los cimientos de una mejor sociedad, erradicando nuestros vicios y complejo, construyendo espacios de solidaridad para arrebatarles el futuro promisorio que merecemos a quienes siempre nos lo han robado.
Este inicio de año marca un momento crucial y delimita un espacio de acciones colectivas que deberán parir los frutos necesarios y agradables a nuestro paladar y que nos darán las fuerzas para la conquista de lo que nos pertenece.

Es momento de cambio y transformaciones que debemos enfrentar juntos, cada uno aportando sus ideas y esfuerzos, pero buscando los puntos de coincidencias como redes primarias que la solidaridad impone.

/Es nuestros el presente que vivimos y el futuro prometido para el bienestar de todos/
/Luchemos por una mejor sociedad, al fin y al cabo, es nuestra obligación/