Caminar por cualquier calle de Santiago, no importa la hora es una terrible odisea.
Esta ciudad ha pasado a ser un vertedero inmundo desde que José Enrique Sued asumió su puesto de síndico en este municipio.
Pestilencia y podredumbre moral es lo que caracteriza esta administración hacia lo interno y otro tanto en lo externo, con la amenaza de continuar seis años más este tormento infernal. Pero no lo vamos a permitir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario